Yo comencé a escribir poesía
Alejandro Espinosa
Yo comencé a escribir poesía
desde la cianosis,
fui silencio en lugar de llanto
nacido en segundo lugar
sin afecto ni celebración.
Yo comencé a escribir poesía
desde que me separaron
de mi gemelo,
entonces la palabra
se hizo muleta,
pata de palo,
canto de ballena.
Yo comencé a escribir poesía
desde que mi abuela
iba por mí al kínder en Tlatelolco
y me llevaba un refresco
y me mostraba a mi madre biológica
en una fábrica de zapatos.
Yo comencé a escribir poesía
desde que mi papá Juan
iba por mí a la primaria
y me llevaba hígados de pollo fritos
en un papel estraza.
Yo comencé a escribir poesía
desde que mi mamá Juana y mi papá Juan
me regresaron con mi madre biológica
y ya no andaría en excursiones
todos los fines de semana
ni en la pulquería
ni cantaría
Ya vamos llegando a Pénjamo.
Yo comencé a escribir poesía
desde que mi madre biológica me pegaba
y yo hacía preguntas sobre las palabras,
preguntaba, por ejemplo
¿qué comen las palabras
y a qué hora se duermen?
Yo comencé a escribir poesía
un día que mire por la ventana
y de tanto que se llenó mi mirada
no tuve nada qué decir.
Ilustración: Dalia