Lobas
Florencia Chaile
Durante tantos siglos
nos persiguieron.
Nos cazaron,
una por una
nos fueron capturando.
Nos torturaron
de todas las formas
que concibieron.
Nos culpaban.
Nos amarraban.
Nos señalaban.
Ardimos.
Ardimos.
Ardimos.
Las cenizas
que volaban
mientras los hombres se felicitaban
éramos nosotras.
Cuentan que
algunas curaban.
Algunas veían a través del vendaje.
Otras amaban.
Otras sabían demasiado para lo permitido.
Hoy
las cosas cambiaron poco.
Nos siguen cazando.
Con fuerza, vamos por el mundo resistiendo.
Con fuerza, vamos haciendo caminos
para las próximas generaciones.
Con fuerza, vamos mostrando otras maneras de existir.
Con fuerza, vamos reclamando por las injusticias.
Con fuerza, le arrancamos el velo a la juventud ciega.
Con fuerza, apostamos todo lo que somos.
Recuerda: el verdadero peligro lo encarna una mujer despojada de todo y sin algo valioso que perder.
Ilustración: Isaías Aravena