Viejas casas, sueños nuevos

Suspiran antiguas casas

escoltando sueños nuevos,

entre años de esperanza,

y millones de recuerdos,

algún nido en las terrazas

que jamás derrotó el viento,

y en la noche soberana

la luna encendiendo el cielo,

entrando por la ventana

con su mágico reflejo,

de esas veteranas casas,

y cálidos sentimientos,

personas que hoy son fantasma

otras que siguen corriendo,

por el calor de sus salas,

firme madera y cemento,

o el temblor de alguna chapa,

ante un tenue golpeteo,

cuando la lluvia se afana

en sus místicos conciertos,

aroma a tierra mojada,

sobre un patio desierto,

destellante en la morada,

que se mantiene en el tiempo,

donde residen las almas

vestidas con más recuerdos,

esos que les dieron alas,

y asoman hacia su encuentro.